El técnico, que dirigió la etapa dorada del baloncesto azulgrana, ocupará el lugar del destituido Joan Peñarroya hasta 2028

Xavi Pascual regresa al Barcelona. Era el gran deseado por el club azulgrana para ocupar el banquillo después de la destitución de Joan Peñarroya y las dos partes han llegado a un acuerdo con rapidez. El técnico, que se encontraba sin equipo después de salir del Zenit de San Petersburgo, había sonado en ocasiones anteriores sin llegarse a concretar su fichaje. Recientemente, ya había mostrado su buena disposición para volver y el reencuentro parecía una cuestión de tiempo.
El entrenador tomará hasta 2028 las riendas de un equipo a la deriva: 5-4 en la Euroliga, 2-4 en Liga Endesa, malas sensaciones y jugadores desconectados. Para aceptar el complicado reto de reflotar a un Barça que no ha confeccionado él, Pascual ha rebajado sus pretensiones económicas dadas las apreturas por las que pasa la entidad. Pero no todo era un asunto de dinero.
El técnico quería un proyecto a largo plazo, capacidad de maniobra, fichajes… Probablemente lleguen dos en fechas próximas. Uno de ellos debería ocupar la plaza de Miles Norris, que está en la rampa de salida. En verano, cuando finalicen los contratos de Willy Hernangómez, Tomas Satoransky, Jan Vesely y Nico Laprovittola, de los más elevados de la plantilla, sí podrá tener vía libre para construir a su gusto.
Ocho años de éxitos
Pascual volverá a dirigir a un Barça al que llevó a una de las etapas más exitosas de su historia. En 2008 fue el recambio de Dusko Ivanovic y lo que parecía provisional se prolongó hasta 2016. En ese tiempo, de su mano, la sección se hizo con cuatro Ligas, tres Copas del Rey, tres Supercopas y, como cima de sus proyectos, la segunda Euroliga del club, en 2010. En aquel trofeo participó Juan Carlos Navarro, que ahora será su jefe como mánager de la sección de baloncesto.
Eran otros tiempos. La situación de la sección es ahora muy delicada, con un presupuesto inferior al de los transatlánticos del baloncesto europeo, una cuestionable política de fichajes y una serie de malas decisiones tomadas desde los despachos. A Pascual le tocará intentar revertir esta situación que se prolonga ya en el tiempo. Son dos cursos en blanco en los que el equipo ni siquiera ha disputado una final y un tercero, el presente, que ha comenzado de mala manera.
Tras la salida de Sarunas Jasikevicius, ni Roger Grimau ni Peñarroya dieron con la tecla. Pascual, el gran deseado, tratará de hacerlo. El Palau, recordando su etapa anterior, encuentra en él un nuevo motivo para ilusionarse, pero todo ha cambiado con respecto a aquella edad dorada. Lo primero será volver a hacer del Barça un equipo competitivo.











