Bota de OroLa lucha del ‘crack’ argentino con Mbppé por sumar una nueva Bota de Oro fue lo mejor de un equipo que sólo pudo empatar en Ipurua. Semedo tuvo que pasar por el hospital tras sufrir una fuerte contusión en la cabeza.

La depresión por la debacle de Anfield no termina de abandonar al Barça. Sólo Leo Messi y su lucha por sumar una nueva Bota de Oro a su palmarés animaron al equipo ante un Eibar mucho más voluntarioso. Por primera vez, los azulgrana no se llevaron la victoria de Ipurua. Y, con la final de la Copa del Rey ante el Valencia ya a la vuelta de la esquina, les conviene volver cargar las pilas.

Valverde alineó en Ipurua un equipo que bien podría ser el que se mida al Valencia el sábado, con la opción de que Coutinho sustituya en el ataque a Sergi Roberto y este, a su vez, a Semedo en el lateral derecho. El portugués, de hecho, fue sustituido en la media parte y tuvo que pasar por el hospital a causa de una fuerte contusión en la cabeza. Plantarse en el Benito Villamarín con demasiado descanso de por medio no parecía buena idea, si bien fue el Eibar el que llevó básicamente la voz cantante en un partido que los locales plantearon como una fiesta.

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Cucurella, con un disparo en el que Cillessen quizás podría haber hecho mucho más, abrió el marcador en la primera parte con su primer gol en Primera División. El encargado de anotar el segundo para los locales fue De Blasis, en los instantes finales del primer tiempo, aprovechando otra acción poco lucida del meta holandés para apuntarse un plástico remate.

Entre tanto, el Barça se encomendó a un Leo Messi dispuesto a asegurar su sexta Bota de Oro para para remontar el tanto inicial local y ponerse por delante en el marcador en apenas un par de minutos. El argentino sumó así el medio centenar de goles en lo que va de temporada, el número 36 en la Liga, y puso cuatro goles de por medio con Mbappé, a quien aún le queda un partido de la Ligue 1 con el PSG.

La lucha de Messi por asegurar un nuevo galardón individual para su palmarés fue lo más positivo para un Barça que no acabó de sentirse cómodo. Tal vez para darle otro aire al encuentro, Valverde propició el debut de otro canterano con el primer equipo: Carles Pérez. El suyo fue el octavo estreno de un jugador del filial en la campaña 2018-19. Las cosas, a pesar de todo, no cambiaron mucho. El Eibar siguió contando con más opciones y sólo su poca puntería le privó al final del triunfo.

Fuente: elmundo.es