El Barça de Koeman vuela en la ChampionsEl Barça de Koeman se ha ganado el derecho a dar descansos, hacer pruebas e ir metiendo chavales en el once que más pronto que tarde pueden ser realidades y no alternativas. Mientras otros zozobran en la recta final de esta fase de grupos, Koeman y los suyos han hecho los deberes con antelación y acudieron a Budapest no de turismo, porque hablamos de la Champions y hablamos del Barça, pero sí con la tranquilidad de su situación en la tabla. Con decir que Messi se quedó en Barcelona y no estaba ni en el banquillo está todo dicho…

Poco a poco, sin prisa pero sin pausa, el nuevo proyecto con el holandés a los mandos va tomando forma. Con sus pinchazos, con su irregularidad, con sus lesiones (de esta lacra no se salva ninguno, grande o chico), el Barça va dando pasos hacia adelante. La guinda a esta primera fase de la Champions será la visita de Cristiano Ronaldo la próxima semana al Camp Nou, pero a estas alturas es poco menos que un gran cartel para un Trofeo Joan Gamper. Sí, con todo el morbo que se quiera, pero nada más.

Koeman «¿Griezmann? Que venga a verle Valdano todas las semanas»

A la hora de la verdad, el Barça no se tomó el partido como una pachanga. Ni mucho menos. Presionó desde el minuto 1, apenas dejó a los animosos húngaros dar dos pases seguidos, y se volcó sobre la meta del pobre Dibusz con ahínco y ganas de hacer daño. Cuanto más, mejor.

Ya a los cuatro minutos la tuvo Braithwaite, que la echó fuera por poco. Las bandas del Ferencváros no es que fueran coladeros, eran autopistas de libre circulación y sin límite de velocidad. El gol era cuestión de tiempo. Y poco antes del cuarto de hora, Griezmann culminó de tacón, con mucha clase, un pase de la muerte de Jordi Alba. Apenas siete después, Braithwaite remataba en plan ‘killer’ otro centro desde la banda izquierda tras una jugada de nada menos que 33 toques, récord en lo que va de Champions League si las estadísticas oficiales no mienten. Y a los 27, penalti sobre el propio delantero centro danés y Dembélé ejecuta para finiquitar lo que estaba finiquitado casi antes de empezar. Tres goleadores con ganas de reivindicarse, con ganas de demostrar a Koeman que están para compromisos más ‘light’ como el del Puskas Arena, pero también para duelos de mucha más enjundia.

Las ocasiones azulgrana se iban sucediendo, con Braithwaite como protagonista en la mayoría de ellas, Neto ‘maldecía’ no entrar en acción en su vuelta a la titularidad por el descanso de Ter Stegen y al Ferencváros le costaba media vida, no ya crear peligro, sino pasar incluso de su propio campo. Pocas veces un partido de Champions ha estado tan claro a la media hora. Había superioridad brutal en el juego y en el marcador.

En el intermedio a Koeman sólo le faltaba decidir cómo regular los esfuerzos en forma de cambios y que los chicos mantuvieran la tensión para que el choque no se quedara en una pachanga de solteros contra casados. El holandés ya avisó en la previa que el de Budapest era el último duelo en el que podía dar descansos. En realidad, con 45 minutos por delante, ya no había necesidad de exprimir a algunos de los que tendrán que sacar las castañas del fuego en futuros compromisos, de ahí que Jordi Alba y Busquets no comparecieran sobre el césped.

Al menos, en el inicio de la segunda parte, el Ferencváros fue capaz de llegar al área del Barça y medio disparar un par de veces a puerta. Incluso tuvieron un córner, o dos… Esos poco más de cien metros que hay de una portería a otra parecían estar a kilómetros de distancia para los hombres de verde, pero por fin, pudimos comprobar que Neto estaba en su sitio, ganándose el jornal, aunque sin tener que esforzarse en demasía, salvo para detener un cabezazo venenoso de Baturina.

En cualquier caso, la segunda parte pareció durar mucho más que la primera. Por supuesto, duró 45 minutos también, pero lo que se estaba viendo sobre el campo no despertaba la más mínima emoción, por lo que el tiempo parecía pasar lentamente, con bastante poco que echarse a la boca.

Dembélé, destacado

Dembélé fue el más incisivo del Barça en la segunda parte. Sacó a relucir su velocidad para crear peligro y tuvo varias ocasiones para irse del partido en plan héroe. Fútbol tiene de sobra, minutos son los que le faltan para demostrarlo. Aleñá y Riqui Puig se incorporaron al duelo para dar un toque de cantera al centro del campo culé, pero el partido no estaba ya para lucimientos.

El paso de los minutos acabó por cargarse lo poco que quedaba de fútbol. Ya no había ni tensión, ni casi ganas de seguir sudando. El trabajo estaba hecho, y muy bien hecho en clave barcelonista.

Que no se nos olvide, era un partido de Champions, de la Liga de Campeones, de la Copa de Europa, nada menos, aunque, evidentemente, no todos los rivales son iguales, ni todos tienen el nivel que se exige a una competición de este calado.

Ronald Koeman ha celebrado la quinta victoria del Barcelona en la Champions League. El técnico holandés ha destacado especialmente la gran primera parte del conjunto culé contra el Ferencváros en Budapest.

Partido

«Hemos hecho una gran primera parte, con un gran fútbol. Hemos creado oportunidades, hemos marcado excelentes goles, le hemos dado un buen ritmo al encuentro… Ha sido una primera parte muy grande. Estoy muy feliz. Ojalá sigamos la racha en el campeonato»

Cinco victorias

«Lo más importante era pasar a la siguiente fase. Pero queríamos ganar para ser primeros. Queremos los 18 puntos. Pero antes hay que jugar contra el Cádiz».

Equipo

«Quitando los primeros partidos, el equipo ha sido efectivo. En la primera parte de cuatro o cinco ocasiones, hemos marcado tres».

16 goles

«Queremos ganar cada partido, en todos los torneos. En la Champions League hemos demostrado el hambre que teníamos».

Plantilla

«Tenemos una buena plantilla y por eso hemos podido dar descanso a algunos futbolistas. Los que están jugando están demostrando que tienen sitio aquí».

Rendimiento Griezmann

«Va a tener que venir Jorge Valdano todas las semanas».

Griezmann

«Siempre es un tema de confianza de un jugador. Siempre ha trabajado al máximo para mejorar su juego y su efectividad para el equipo. Ahora sí entran los balones. Está muy convencido por su calidad. Ojalá que siga con esta efectividad».

Fuente Marca.com