Lewandowski apareció lo justo y necesario

Otro Clásico, el Barça jugará el domingo la final de la Supercopa ante el Real Madrid en Riad después de una trabajada victoria. Los de Xavi mejoraron tras el gol del polaco y sentenció Lamine en el añadido

La Supercopa de España 2024 repite final. El Barcelona será el rival del Real Madrid el domingo después de derrotar a Osasuna fiel a su estilo: sin jugar bien y con cierto sufrimiento. Los de Xavi no rompieron el partido hasta el minuto 60, cuando un Lewandowski lejos de su nivel fue decisivo. Es lo que tienen los cracks. Aparecen para estas cosas. Encadenó varios errores, pero acertó con el gol que decantó la semifinal para su equipo. En el añadido sentenció Lamine Yamal. El cuadro navarro, que no se parece casi en nada al que llegó la temporada pasada a la final copera y logró plaza europea, no pasó apuros hasta el gol, pero luego fue superado con claridad.

El once de Xavi era el previsible con Ferran Torres desplazando del once a Joao Félix mientras que Arrasate optó por una defensa de cinco metiendo a Juan Cruz de central. Al igual que en la otra semifinal se vio un partido abierto desde el inicio con ocasiones claras para ambos equipos con disparos lejanos de Ferran y Areso que rozaron el poste. Osasuna no se achicó para nada, no se encerró y no hizo ascos al balón, aunque un error de Catena dio la oportunidad a Lewandowski de abrir el marcador, pero Sergio Herrera lo evitó

La intensidad bajó con el paso de los minutos, Osasuna se sentía cómodo y el Barça, muy lento, no encontraba huecos en la línea de cinco rojilla. En situaciones así, Lewandowski debe dejarse ver más y no es el caso. El polaco no está fino y eso se demostró en un remate de cabeza franco que tuvo y que envió fuera. Hace un tiempo ese balón hubiera acabado en la portería. Un error de Moi Gómez pudo meter en un lío a los suyos ya que Catena frenó en falta a Raphinha en la contra por la que vio una amarilla que el VAR analizó como posible roja pero sin efecto.

En los últimos minutos de la primera parte, Osasuna tuvo una gran ocasión por parte de Budimir que salvó Iñaki Peña y para colmo de males se lesionó Raphinha, que tuvo que ser sustituido por Lamine Yamal. Al descanso se llegó con un Barça muy similar al de los últimos tiempos, lento, sin ocasiones y sin ideas para romper los sistemas defensivos del rival que se le ponga por delante. Y, visto lo visto, Osasuna podía soñar al tener el partido donde pretendía.

Reaparece Pedri

El inicio de la segunda parte no mejoró el partido. Todo se mantenía igual hasta que apareció Robert Lewandowski. Christensen roba un balón a Arnaiz, que queda tendido en el suelo, y recibe Lewandowski para darse la vuelta y batir a Herrera con un derechazo cruzado. Los navarros pidieron falta del danés, pero el VAR no lo consideró así. Las buenas noticias no acabaron ahí para el Barça ya que instantes después reapareció Pedri, que salió al campo a la vez que Joao Félix.

Osasuna acusó el gol. No sólo no apareció en ataque, si no que empeoró en defensa y se empezó a ver un juego más alegre del Barça gracias a los cambios. Joao Félix pudo sentenciar pero Sergio Herrera desvió su remate cruzado. Todo el poder ofensivo de los rojillos estaba en los pies de Budimir. Un disparo del croata que detuvo Iñaki Peña y otro alto de Raúl García fue lo más peligroso de los suyos en un final de partido en el que estuvieron a merced de un Barça que tuvo el control del balón y del partido. Lamine Yamal sentenció en el añadido tras una gran jugada de Joao Félix. Un Clásico nos espera el domingo.

Fuente Marca.com