En un tremendo ejercicio de fortaleza mental, el Barcelona barrió al Real Madrid en la final de la Liga Endesa (3-0) y evitó una temporada de vacío. Los azulgranas levantan el título tras reponerse primero al varapalo de perder la Euroliga y después al terremoto provocado por la próxima salida del equipo del montenegrino Nikola Mirotic, anunciada por él mismo el día antes de que comenzara la lucha por el título. Para añadir pimienta al asunto, el ala-pívot fue el MVP de la final.

Los azulgranas se llevaron el título con toda justicia, pues mostraron más recursos, teniendo muchos jugadores a gran nivel en la final. Fueron mejores en los tres encuentros y, exigidos por la necesidad de abrir sus vitrinas, le pusieron más intensidad que su rival. A los blancos, mientras, les faltó energía, más aportación de hombre clave como Musa y Hezonja y quizás algo de hambre después de haber ganado el cetro continental. Su temporada estaba salvada desde mayo.

Cierran una temporada que ha sido como una montaña rusa:llena de dudas, con más resultados que juego, con una Euroliga ganada de manera inesperada y tras una remontada histórica y ahora acaban con un mal sabor de boca. La afición agradeció el esfuerzo ovacionando al equipo en los últimos instantes.

Como en toda la final, el Barcelona hizo valer su juego coral por encima de los tirones a los que se manejó el Madrid. En el choque definitivo, los azulgranas tuvieron a cinco jugadores por encima de los 10 puntos. Mirotic se llevó el MVP, pero brilló especialmente Vesely, autor de 19 puntos. Metió nueve canastas y siete fueron idénticas:pick and roll con un pequeño, se quedaba liberado a cinco metros y adentro. Alarmante incapacidad de los blancos para neutralizar esa acción.

Grandes minutos también de Jokubaitis en la dirección, de Laprovittola haciendo virguerías (y sufriendo más de un espasmo para sacar faltas), de Satoransky en los intangibles, de Kalinic en labores de intendencia… Con un triple del serbio, el Barça dio el primer tirón serio (22-29 tras parcial de 1-9). Causeur, sumando de tres en tres, y Llull, con ocho puntos seguidos en apenas dos minutos, sofocaron la escapada (41-38 al descanso). Los tiros libres fallados por unos (17/26) compensaban las pérdidas de los otros.

El Barça movía el balón de maravilla y su acierto se elevó al inicio del tercer cuarto. Anotó sus siete primeros lanzamienros, pero aguantó el Madrid agarrado a sus interiores, especialmente a Tavares, que volvió a sobresalir (19 puntos y 11 rebotes). Le ayudó mucho Yabusele tras el descanso y la salida de Sergio Rodríguez volvió a dar otro aire a su equipo, además de conectar un día más con Poirier. Pero ni con todo eso pudieron evitar los madridistas la escapada final visitante mediado el último cuarto.

Vesely, con su tirito letal encarriló y Mirotic, con un 2+1 tras falta de un frustrado Hezonja, echó el cierre a la final a falta de 1:36 (80-90). También era el probable cierre de su etapa en el Barcelona. Cuesta pensar que, visto su rendimiento (14+6 ayer) y su compromiso, jugador y club no se sienten a hablar sobre las condiciones del contrato que todavía les une para las dos próximas temporadas. Igual que hubo una Liga de Petrovic -que no ganó, por cierto-, esta pasará a la historia como la Liga de Mirotic. Llevó a su equipo al título en una amarga despedida.

Fuente Marca.com