Ninguna de las dos selecciones estaba en las quinielas para ganar el Mundial, pero España y Argentina tiraron de casta, corazón, coraje, fuerza, competitividad y juego colectivo para hacer saltar por los aires las apuestas y plantarse en la final. Una de los dos se coronará este domingo (14.00 h) como mejor selección del planeta en una batalla que se prevé cruenta y en la que las vísceras, de las que ambos andan sobrados, tendrán tanto peso o más que las tácticas.
España – Argentina: horario y dónde ver hoy en TV y online la Final del Mundial de Baloncesto
Herederos ambos de la generación de oro de sus países, protagonizan una transición tranquila de la mano de dos Sergios, Scariolo y Hernández, sabios del banquillo capaces de sacar petróleo de un charco en una carretera comarcal.
No era fácil para España volver a escalar a la cima sin Pau Gasol, Sergio Rodríguez, Mirotic, Navarro, Reyes, Calderón… Ni para Argentina sin Ginobili, Nocioni, Delfino, Pepe Sánchez… Pero en un ejercicio de competitividad extrema ya están las dos asomadas al pórtico de la gloria.
Son dos selecciones que han sabido reinventarse casi de la nada con sacrificio y unión del colectivo, y eso las hace similares, como reconoce Ricky Rubio: «Tenemos algo un poco parecido en el ADN y es la lucha y el corazón. Las dos lo hemos demostrado durante mucho tiempo. Ellos también fueron la generación dorada y ahora parecía que también iban a dar un paso atrás y ha sido lo contrario, han dado un paso adelante, igual que nosotros».
El base español tenía el oro entre ceja y ceja desde antes de comenzar el campeonato: «Yo creí, dentro de mí había algo que me decía que íbamos a ganar el campeonato, y estamos a un paso. Soñar a lo grande es gratis y los límites nos lo ponemos nosotros mismos a veces en la cabeza. Ahora mismo en mi mente sólo hay una cosa y es el oro».
Rudy Fernández, su amigo, excompañero de equipo y compañero de habitación en la selección, aún no se lo cree: «Esta es una oportunidad increíble de hacer a esta selección más grande», asegura.
Sergio Scariolo ensalzó el estilo de su oponente en la final y avisó de lo que les espera: «Tenemos que estar preparados para otro partido a cara de perro. Argentina no ha llegado hasta aquí por casualidad, lo ha hecho jugando un grandísimo baloncesto, con una determinación, un carácter, una fuerza defensiva y una optimización de los recursos ofensivos brutal», aseguró.
El seleccionador español destacó los puntos fuertes de su rival: «Nos pondrán problemas de todo tipo. Campazzo es el jugador que determina más su forma de jugar, el primer asesino es él», dijo respondiendo a las palabras del base, que había llamado así a sus compañeros en el Madrid Llull y Rudy. «Y después Luis Scola, que es otro que sabe cómo matar». Y con 39 años.
Pero no sólo de Scola y Campazzo vive Argentina: «Ha sabido complementar su plantilla con jugadores de la calidad de Laprovittola o Deck, que saliendo desde el banquillo, son unos cambiapartidos. Además Brussino y Garino complementan fenomenalmente el perímetro y Delia hace un trabajo importantísimo. Es un equipo que, como nosotros, ha tenido que reducir sus rotaciones, pero ha encontrado una química y dinámica de funcionamiento del equipo muy buena».
Argentina ostenta uno de los mejores ataques del Mundial (87,7) y España la mejor defensa (66,9 y cuando ganó en Japón encajó 66,5) sin contar las dos prórrogas ante Australia. El choque de trenes es inevitable, pero la historia dice que España casi siempre ha salido bien parada de esas colisiones, pues ha ganado a Argentina en 14 de sus últimos 15 partidos. Y entre el Mundial de Japón y este lleva 16 victorias seguidas. Se le da bien Asia. Y el próximo lo albergarán Indonesia, Filipinas y Japón. Que vayan preparando otra medalla para España.