Tardó poco Eden Hazard en despejar su futuro tras ganar la Europa League. Sobre el césped del Olímpico de Bakú, el belga habló en los micrófonos de BT Sport al poco de acabar el encuentro, antes incluso de recoger la medalla de campeón. Y sus palabras dejan poco a la imaginación.
«Creo que es un adiós, es momento para un nuevo reto», dijo Hazard, cuyo fichaje por el Real Madrid se podría hacer oficial en breve, una vez que la temporada ya ha terminado, con final feliz, para Eden y el Chelsea.
«Decidiremos en unos pocos días, el único objetivo en mi mente era ganar esta final. Ya tomé mi decisión y ahora estoy esperando a ambos clubes. Mi sueño era jugar en la Premier League y lo he hecho para uno de los clubes más grandes, así que quizás ahora sea el momento de un nuevo desafío», insistió.
En su probable despedida, Eden Hazard pintó una de sus mejores obras con el Chelsea. En Azerbaiyán, fue el director de la función que coronó a los blues. Su partidazo tuvo dos actos diferentes por su eficacia pero idénticos por su fútbol. El belga agarró la final y no la soltó. Con el balón cosido a su bota derecha fue un suplicio para un Arsenal que tuteó al Chelsea en la primera parte. No en la segunda.
La tormenta de Hazard y la armada azul arrasó a los gunners. Apenas tuvieron respuesta a los martillazos de los de Sarri. La película se rodó al ritmo que Eden quiso. Fue el actor principal y Giroud el mejor secundario. El pichichi de la Europa League (11 goles) dejó su sello en la final con un cabezazo tan plástico como difícil. Un remate preciso y en escorzo que abrió un abismo en la final.