La propuesta ofensiva del RCD Espanyol sigue generando ilusión en este arranque de temporada tras sumar 10 de los 18 puntos posibles. La llegada al banquillo de Rubi ha revitalizado a un equipo que parecía estancado con Quique Flores como cabeza visible del proyecto. Y es qué, sin apenas cambios en la plantilla, el técnico de Vilassar está sacando a relucir lo mejor de cada uno de sus futbolistas.
Un ejemplo claro, se escenifica en la figura de Mario Hermoso. El central madrileño, qué vivió en el ostracismo con Quique, es el fiel reflejo de la confianza y felicidad en la que vive el club blanquiazul a día de hoy. Hermoso, cuya proyección no tiene límites, es un fijo en las alineaciones de Rubi en este inicio de curso. Un puntal atrás. Ordena, manda, lidera y hasta golea. Dos cabezazos suyos en jugadas de pizarra (Celta de Vigo y SD Eibar), colocan a los pericos en zona europea y los etiqueta, de momento, como el conjunto revelación de la Liga.
Este Espanyol ilusiona y lo hace bajo la batuta de un entrenador modesto pero muy preparado. Preparado y atrevido. Atrevido y sin miedo. Directrices para seguir al detalle una campaña donde la palabra “Europa” ya no es tabú.