¡¡¡Un oro de película!!!

España da un baño a Francia y conquista su cuarto Eurobasket

La #LaFamilia y los siete triples de Juancho Hernangómez disparan a la selección, que da un baño a Francia y conquista su cuarto Eurobasket

El oro imposible se hizo carne en Berlín para rematar la mayor sorpresa en la historia de la selección española. Cualquier término grandilocuente que se utilice para definir esta gesta hará justicia a lo vivido e incluso probablemente se quede corto. Porque el equipo que parecía más terrenal ha terminado haciendo algo sobrenatural: dar un baño a Francia en la final (88-76) y conquistar el considerado como mejor Eurobasket de la historia. Es el cuarto oro continental para España. Una epopeya que daría para escribir libros o guiones de películas. Tendrán que conformarse ustedes con está crónica, la última de un torneo memorable.

Tuvo que superar España calamidades en forma de retiradas, renuncias y lesiones. Carecía de las grandes estrellas de otras selecciones, pero contaba con 12 patrones de lo imposible que se han comportado como un equipo mayúsculo en manos de Sergio Scariolo y jugaron por todos los mitos del pasado.

Este grupo tiene un ADN ganador que va pasando de generación en generación independientemente de los nombres. Ahora mandan los de Juancho Hernangómez, autor de siete triples, seis de ellos en un segundo cuarto que ya es inolvidable. Como los 40 puntos de Pau, los triples a una pierna de Navarro… Los de Jaime Fernández, que no había sumado ni un punto en los últimos tres partidos y metió 13 en la final además de recuperar balones como loco. Los de Garuba y Alberto Díaz, baluartes defensivos. Los de Willy y Brown (11 asistencias), la sociedad de la nueva era. Los de todos.

La puesta en escena de la selección fue sensacional, sobre todo en defensa. Una maravillosa coreografía de cambios y ayudas que volvió loco a su rival. Los españoles tocaban balones, los recuperaban y llegaban a todo. El baño táctico de Scariolo a Collet fue de época. Jaime Fernández dejó sus mejores minutos del torneo para la final:cinco puntos, tres robos y una asistencia en siete minutos. Junto a un Willy que no se arrugó ante Gobert, puso a España 11 arriba (18-7) antes de que saliera la segunda unidad, que siguió apabullando a su rival.

En ella apareció Juancho, que al inicio del segundo acto falló el primer triple que lanzó. Debió de ser para ajustar la mirilla, porque después entró en un trance propio del mejor tirador. Hizo 6/7 en tan sólo seis minutos, incluidos cuatro seguidos. Ya era el récord de su carrera, igualaba la segunda mejor marca en un Eurobasket y nunca un suplente había metido tantos.

¿No necesitaba triples la selección?Ahí estaban, en el día más oportuno. Llegó a acumular un 8/11. Para frotarse los ojos. Así se disparó España hasta los 21 puntos de ventaja (47-26, min 18). Un ciclón azotaba el Mercedes Benz Arena. Pero remitió justo antes del descanso. Francia se agarró al choque con un parcial de 0-11 liderado por Fournier. Alcanzaba el vestuario con vida (47-37).

La crecida gala siguió en la segunda mitad y el parcial, con Yabusele como estilete, llegó hasta un 2-20 que abrió la caja de los fantasmas (49-46). Ahora era España la desconcertada. Hasta que Scariolo pidió un tiempo muerto que revitalizó a la selección. La adrenalina la puso Jaime Fernández, que sumó cinco puntos y un robo en un parcial de 9-0 que devolvió algo de calma. Pero Francia había conseguido que hubiera partido donde antes había un monólogo. Al final del tercer cuarto, 66-57 tras un taponazo de Garuba a Okobo.

La selección templó el partido en el periodo final con un Garuba imperial en defensa. No se puso nerviosa ni con una jugada polémica que acabó con técnica a Scariolo. Juancho anotó su séptimo triple y la coincidencia de Brown y Díaz a la vez en pista volvió a ser decisiva. Entre los dos metieron 10 puntos seguidos mientras el pelirrojo seguía rozando la perfección en defensa. Un triple suyo a falta de 1:33 aseguró el título (85-70). No había mejor colofón para su particular cuento de hadas. Y el de la selección, que se llevaba un oro de película tan insospechado como merecido.

Fuente Marca.com