¿Por qué no sudo en el gimnasio?

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Por qué unas personas sudan en el gimnasio y otras no: cuándo preocuparse

Por qué unas personas sudan en el gimnasio y otras no: cuándo preocuparse

¿Por qué no sudo en el gimnasio? Esto puede ser normal según la persona y otros parámetros, pero algunas veces también puede deberse a una afección que se conoce como anhidrosis. Dos expertos detallan de qué depende transpirar más o menos y cuáles son los síntomas del déficit de sudoración.

Estás en el gimnasio y no paras de sudar, te encuentras literalmente empapado, mientras que la persona que está a tu lado como si nada, no le cae ni una gota de sudor. ¿Tiene que ver esto con la calidad del ejercicio? ¿De qué depende transpirar más o menos? Una sudoración escasa, ¿es algo malo para la salud?

Sudar es un mecanismo natural de termorregulación. El sudor lo producen las glándulas sudoríparas de la piel. Así, cuando se eleva la temperatura corporal interna, estas glándulas se encargan de liberar este líquido en la superficie de la piel para enfriar el cuerpo a medida que se evapora. De esta manera, mantenemos una temperatura adecuada. Así que cuando hacemos deporte o cuando hace calor, como la temperatura corporal aumenta, sudamos para intentar que esta no suba en exceso. 

El sudor, además, “ayuda a eliminar toxinas del cuerpo, así como a hidratar la piel. Por tanto, el sudor es un mecanismo natural y esencial para mantener nuestra salud y bienestar”, señala el doctor José Luis Gil Alonso, jefe de servicio de Cirugía Torácica del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja.

A diferencia de lo que puedas pensar, beber agua no influye tanto en sudar más o menos cantidad. El doctor Antonio Clemente, dermatólogo de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) precisa que “el cuerpo regula el agua, pero no lo hace principalmente a través del sudor, sino vía micción”. “Muchos pacientes — continúa Clemente — vienen a la consulta con la idea equivocada de que no sudar no es bueno, porque parece que el cuerpo no va a eliminar toxinas, pero esto no es cierto, porque esta función la realizan el hígado y los riñones”. 

Factores qué influyen para sudar más o menos en los entrenamientos
“En general, las personas que están en mejor forma física y tienen una mayor masa muscular tienden a sudar más durante el ejercicio, ya que su cuerpo necesita producir más sudor para enfriarse y mantener una temperatura corporal adecuada”, enfatiza Gil. Asimismo, —añade— tener una mayor cantidad de glándulas sudoríparas también influye en que unas personas suden más que otras.

Los dos especialistas apuntan los factores que determinan la cantidad de sudoración a la hora ejercitarse:

Edad: Clemente explica que las personas mayores tienden a sudar menos, en general, ya que se mueven menos y tienen menos masa muscular.

Sexo: sobre si los hombres sudan más que las mujeres, “efectivamente esto es así, en general, porque los hombres tenemos genéticamente más masa muscular que las mujeres, y al hacer ejercicio se tiende a elevar más la temperatura en el cuerpo”, aclara el dermatólogo.

Genética: algunas personas pueden tener una mayor cantidad de glándulas sudoríparas o una mayor respuesta del sistema nervioso simpático a la producción de sudor, lo que puede influir en la cantidad de sudoración durante el ejercicio, indica el doctor Gil.

Nivel de hidratación: “Si el cuerpo está bien hidratado, la sudoración puede ser menos abundante, ya que el cuerpo tiene suficientes líquidos para regular la temperatura corporal. Por otro lado, si el cuerpo está deshidratado, la sudoración puede ser más abundante para compensar la falta de líquidos”, especifica Gil.

Tipo de actividad física e intensidad del ejercicio: “Cuanto más intenso es el ejercicio, mayor será la sudoración, ya que el cuerpo necesitará producir más sudor para regular la temperatura corporal”, indica Gil.

Duración del ejercicio: “A medida que el ejercicio se prolonga, el cuerpo tiene que producir más sudor para mantener la temperatura corporal adecuada”, apunta Gil.

Temperatura ambiente: “Cuando la temperatura ambiente es elevada, el cuerpo necesita producir más sudor para enfriarse, lo que puede resultar en una sudoración más abundante”, destaca Gil.

Humedad relativa del ambiente: Gil afirma que “cuando la humedad es alta, la capacidad del cuerpo para evaporar el sudor se ve reducida, lo que puede resultar en una mayor cantidad de sudoración”.

Ropa utilizada: “La ropa ajustada y sintética puede impedir la evaporación del sudor y aumentar la sudoración, mientras que la ropa holgada y transpirable puede facilitar la evaporación del sudor y reducir la sudoración”, precisa Gil.
Déficit de sudoración o hipohidrosis
Así como el exceso de sudor es una afección bastante común (en términos médicos se conoce como hiperhidrosis), la ausencia de total de sudor (anhidrosis) es una condición médica rara, y la hipohidrosis se refiere a una disminución de la sudoración. “Estas afeccione se caracterizan por la incapacidad parcial o total de producir sudor, y pueden ser congénita o adquirida”, resalta el doctor Gil, quien describe los síntomas: piel seca, sobrecalentamiento corporal, golpes de calor y erupciones e infecciones cutáneas frecuentes. mientras que la anhidrosis se refiere a una ausencia total de la sudoración.

Las causas de la hipohidrosis y la anhidrosis pueden ser variadas y pueden incluir factores genéticos, trastornos metabólicos, enfermedades autoinmunitarias, enfermedades de la piel, trastornos neurológicos, exposición a sustancias tóxicas, ciertos medicamentos y otros factores.

“El tratamiento de la hipohidrosis y la anhidrosis depende de la causa subyacente. En algunos casos, puede ser necesario tomar medidas para prevenir el sobrecalentamiento corporal, como evitar temperaturas elevadas y exponerse al aire acondicionado. Puede incluir cambios en el estilo de vida, el uso de ropa transpirable, y mantenerse adecuadamente hidratado. A veces, también puede requerir medicamentos o terapias de reemplazo para suplir las funciones del sudor”, detalla Gil. En cualquier caso, este especialista destaca la importancia de consultar con el médico si la persona piensa que podría padecer anhidrosis.

Si se padece una hiperhidrosis, Gil aconseja beber agua antes, durante y después del ejercicio para reemplazar los líquidos y no deshidratarse, ya que “esto puede ser peligroso, especialmente en climas cálidos o durante ejercicios de alta intensidad y larga duración”.

Tanto si se padece una anhidrosis como una hiperhidrosis, el doctor Gil comenta que ambos trastornos pueden tener consecuencias graves para la salud, ya que la sudoración es esencial para regular la temperatura corporal y prevenir la hipertermia. «Las personas que padecen hipohidrosis o anhidrosis pueden ser más propensas a sufrir golpes de calor, deshidratación, fatiga y otros problemas relacionados con la regulación de la temperatura corporal».

Fuente CuidatePlus