Pase lo que pase en este mercado de invierno, el fichaje de Kevin-Prince Boateng por el Barcelona será uno de los bombazos de la ventana invernal. Seguramente, uno de esos fichajes de invierno que se recuerden con el paso del tiempo, tanto para bien como para mal.
Un fichaje sorprendente por todo: porque no es un ‘9’ puro e incluso todavía cuesta catalogarlo como delantero, por edad (casi 32 años) y porque no es sencillo imaginarle adaptado al estilo Barça (es más físico y fuerza que capacidad asociativa).
El nombre de Boateng se une al de Arturo Vidal, otro ‘tipo duro’ que hará 32 años próximamente. Jugadores curtidos en mil batallas, con mucha experiencia, de rendimiento inmediato, que difícilmente se van a dejar intimidar. Quizá Valverdeha tenido en cuenta el desastre de Roma para esos dos fichajes. Futbolistas que sepan jugar en ese tipo de momentos, veteranos, duros, pero todavía vigentes.
Las maravillas de Kevin Prince Boateng
Ninguno de los dos es un prototipo del ‘estilo Barça’, como sí lo es Arthur, otro de los fichajes de esta temporada. Aunque conviene recordar que Arturo Vidal fue titular en el Bayern nada menos que con Guardiola, el más ‘cruyffista’ de los entrenadores.
Hacía 14 temporadas que el Barcelona no fichaba a dos jugadores de campo de más de 30 años, desde que en la 2004/2005 contrató a Larsson (32 años) y Albertini (33 años). En la 2014/2015 también fichó a dos jugadores mayores de 30, pero uno de ellos (Bravo) era portero.
Los datos van más allá: en las últimas 14 temporadas, el Barcelona ha hecho un total de 63 fichajes de jugadores de campo. De esos 63, sólo siete (incluidos Vidal y Boateng) superaban los 30 años cuando ficharon por el club azulgrana.
Dos contrataciones, los de Vidal y Boateng, contraculturales. Dos llegadores con los que el Barça podría buscar el tan manido plan B que muchos reclaman. Aunque como le gusta decir a Pep, a menudo lo mejor no es ir al plan B, sino a fortalecer el plan A.