Con 1-0 en el marcador y el PSV estirando sus líneas para meter el gol del empate en el Camp Nou, Ernesto Valverde mandó calentar a Arthur Melo. El público acogió bien la decisión y apremió al técnico a ejecutarla cuanto antes. El partido estaba en un momento clave y pedía la pausa con el balón que posee el brasileño, una cualidad que no está precisamente en el catálogo de Ousmane Dembélé, que ayer estuvo especialmente impreciso. La permuta por el francés parecía clara. El ‘Mosquito’ iba a acabar el partido de nuevo antes del minuto 90, aunque en esta ocasión se iba a ir sin haber cuajado una buena actuación por un recambio de un perfil más cosntructivo que Arturo Vidal, relevo preferido del ‘Txingurri’ en los contextos apretados.
El cartel luminoso estaba prácticamente preparado en la banda cuando Dembélé decidió enjuagar a lo grande su, hasta el momento, errático estreno en la Champions. Tuvo uno de esos arranques que cuando no le salen pueden enfadar al Messi o Suárez de turno. El exjugador del Borussia Dortmund recibió de Coutinho en posición de interior izquierdo, quebró a dos rivales con un gran gesto técnico y corrió en vertical hacia Zoet, al que batió con un tiro perfecto, medio fuerte medio colocado, desde la frontal del área. Tan privilegiada acción suavizó las pérdidas de balón en campo contrario, los desmarques mal seleccionados y las invasiones de terreno con Coutinho, Jordi Alba, Suárez o Messi. Eso es Ousmane: un talento descomunal con mucho margen de mejora en lo colectivo. Aunque sea el segundo máximo goleador del Barça en lo que va de curso y empiece a justificar el precio que costó, todavía tiene lecciones por aprender.
La prudencia de Valverde
En esa línea se expresó Valverde: «Dembélé tiene continuidad y se ha hecho un sitio porque él se lo ha ganado. Es un jugador desequilibrante y está marcando goles importantes, pero aún esperamos más de él». El entrenador azulgrana mantiene su discurso de prudencia con el galo, que además de meter el 2-0 fue quien generó la falta que llevó a Messi a colocar el 1-0 en la meta del PSV. Mientras pule esta anarquía, el ‘Mosquito’ compensa con apariciones de genio que han ayudado al Barça a ganar la Supercopa y a firmar un pleno de victorias en Liga y Champions. Marcó tantos decisivos en Tánger contra el Sevilla, en el torneo oficial veraniego, y también en Pucela y San Sebastián, en las dos salidas ligueras.