«Siempre he dicho que me hierve la sangre roja y parece que ahora ha habido un pique con la blanca. Me han dicho que tengo una leucemia crónica, pero puedo hacer mi vida normal y quiero disfrutar de mi profesión», comenzó diciendo el técnico utrerano, ante la atenta mirada de José Castro y Monchi. «Tengo que dar las gracias a todo el mundo y comentar que no tengo ni que seguir un tratamiento, así que todo el mundo tranquilo. Por lo tanto, a disfrutar de la oportunidad más enchufado que nunca», sentenció.
No es que Caparrós se cerrara en banda a comunicarlo, pero no quiere distraer a los suyos (jugadores y afición) del objetivo deportivo. Cuando se ha visto ya, aconsejado por la gente de prensa del Sevilla y consejeros del club, que no había más remedio que cortar de raíz las especulaciones que saliendo a la luz pública.
Futuro y mensajes de apoyo
La idea del Sevilla, y así se hará, es llegar al final del curso con Joaquín Caparrós en el banquillo, quien ya tiene puesta le mente en el derbi del próximo sábado, un partido siempre especial para él. De su enfermedad se ha hablado en el día de hoy y nadie volverá a cruzar una palabra de este tema con Caparrós. Quienes lo conocen y lo tratan a diario no lo hacen desde que lo supieron hace ya más de un mes.