Fue la noticia más difícil para Juan Carlos Unzué. La que nunca quiso dar. El técnico y ex portero anunció que le detectaron esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad que afecta al sistema nervioso central y avanza hasta la parálisis. En el auditorio 1899 del Camp Nou estuvo acompañado de grandes amigos como Luis Enrique o Eusebio Sacristán, de la Junta Directiva azulgrana y de algunos futbolistas de la primera plantilla como Sergio Roberto, Jordi Alba, Gerard Piqué y el entrenador Quique Setién.

El cariñoso mensaje de Luis Enrique a Unzué: «No sabe la ELA esa con quién se ha metido, ¡a tope ruso!»

Josep María Bartomeu, presidente del FC Barcelona, empezó el parlamento repasando la trayectoria de Unzué en el Camp Nou, logrando 27 títulos durante su época de segundo entrenador con Frank Rijkaard, Pep Guardiola y Luis Enrique. Visiblemente nervioso y emocionado, Juan Carlos tomó la palabra para contar su experiencia:

«El pasado mes de febrero la doctora Povedano confirmó el diagnóstico que el pasado verano me dieron en el Hospital de Sant Pau. Padezco ELA. En mi caso está afectando a mis extremidades. Brazos, manos y piernas de forma asimétrica. A día de hoy es una enfermedad que no tiene tratamiento o cura, excepto unas pastillas que a la mayoría de los pacientes nos ayuda a relentizar la progresión. Quizá os preguntáis por qué lo hago público. Tengo dos motivos muy claros. La mayoría de mis amigos y conocidos, a los cuales no les he podido transmitir mi estado se enterasen a través de una radio o de un periódico. Os puedo asegurar que lo llevo bien, que estoy fuerte mentalmente para convivir con esta enfermedad difícil. Me siento un privilegiado por lo que la vida me ha dado hasta este momento. Después de estos meses, dándole vueltos, sé lo que puedo hacer respecto a la ELA y otros tipos de enfermedades invisibles. Cualquiera las puede contraer. Este era mi primer motivo. El segundo motivo, y es que después de percibir la poca visibilidad que se da y los pocos recursos que tiene la ELA en nuestro país, mi objetivo ya no es entrenar a ningún equipo. Voy a firmar por un equipo modesto pero muy comprometido, que es el de los pacientes de ELA. Os quiero informar que somos unos 4.000 en este país, que el mercado de fichajes tiene mucho movimiento, desgraciadamente. Cada día sumamos tres caras nuevas y perdemos a tres compañeros a causa de esta enfermedad. Algunos de estos 4.000 han sido referentes para mí, en las redes sociales o internet. José Robles, Jordi, Jorge Murillo, Carlos Matallanas. En el caso de Matallanas, es periodista como sabéis. Lleva seis años diagnosticado, escribe a través de sus pupilas y una pantalla. Intentaré de forma conjunta con la Fundación Luzón ayudar a mejorar la calidad de vida. Queremos crear una serie de retos o eventos que nos permitan recaudar para la investigación. Ojalá en un futuro no muy lejano encontremos una solución. Recuerdo que el domingo día 21 es el día mundial de la ELA. Toda la comunidad está invitando a clubs deportivos, ayuntamientos, empresas… para iluminar sus edificios de color verde».

«Como parte final me gustaría transmitiros un mensaje que tengo dentro de mí. Me he visto reflejado en mis compañeros de viaje. Me han ayudado mucho estos meses y me han dejado claro algo, y es la gran capacidad que tenemos para adaptarnos y superar situaciones. En esta situación me ha llamado la atención que ellos tienen muchísimas ganas de seguir viviendo y disfrutando a pesar de las grandes dificultades. La vida merece la pena, incluso cuando parece que se está derrumbando. Para mí lo esencial es que esta mañana nos hemos despertado todos los que estamos aquí. Aprovecho para enviar mucho ánimo y mucha fuerza a todas las personas que han perdido a un ser querido estos meses. Nos ha dejado ver la fuerza que tenemos como sociedad si vamos juntos. Es el momento perfecto para hacer un equipo sólido, para que los que nos sintamos más débiles nos sintamos apoyados por los más fuertes. Esta sensación que os estoy transmitiendo la he vivido con alguno que está aquí. Tenemos un país cojonudo, con buen clima y buena gente. Con una forma de ser y de vivir la vida envidiada por muchos. No nos sintamos menos que nadie, ni tampoco más. Hay mucha más gente que tiene problemas de todo tipo, por esta razón entiendo que con más motivo nos tiene que salir el sentido de la empatía. Primero hacia nosotros mismos y luego hacia los demás. Para esto es imprescindible que los referentes políticos prediquen con el buen ejemplo, y no lo están haciendo. Deberían ser referentes por crear una idea colectiva que nos ayude a salir de esta difícil situación económica y social que tenemos. A los poéticos les digo que solucionen esto como un equipo, a los que gobiernan y a la oposición. Como decía Francisco Giner, todo lo sabemos entre todos. No quiero olvidar a la Fundación Valls, a todo el personal sanitario en general que me han tratado estos ellos. Me han demostrado las grandes capacidades profesionales y personales que tienen. Lo estamos superando por su trabajo. No nos olvidemos de ello cuando esto termine. Quiero agradecer a todos los medios por hacerme sentir escuchado así como a mi familia y a mis amigos que me han ayudado estos meses. Con mucha fuerza y confianza os animo a que vayamos juntos a por ello».

Difusión del mensaje

«Si Luis recuerda el día que le transmití la situación, comentamos que quizá esta vida que llevamos de mucho cambio y mucha incertidumbre me ha ayudado a llevarlo de mejor manera y sentir que esto es parte de la vida. Siempre he sido una persona de vivir mucho el presente y esto me ha ayudado. Tengo la sensación de que he hecho todo lo que me apetecía en cada momento, por eso tengo esa paz interior que me ayuda a llevarlo. Si hubiese estado en otro estado más depresivo, que también podría ser normal, no estaría aquí. Quiero transmitir lo privilegiado que me siento porque he disfrutado todo lo que me ha pasado. El reto que tengo ahora me da mucha ilusión. Quiero dar esta visibilidad».

Meses en Girona

«El primer diagnóstico llegó cuando estaba en la pretemporada. El doctor Rojas me animó a seguir, pero cuando salí de allí prioricé mi salud y desde el pasado verano voy cojeando un poco de mi pie derecho. He tenido que cambiar la técnica de andar. Eso no me limitaba nada para ser entrenador en ese momento. Hoy pienso diferente y tengo otro reto por delante».

Trabajar con la cura

«Desde el inicio lo que he tenido claro es que quiero entrar en cualquiera de los estudios que se hagan. Hay un par de ellos. Estaría dispuesto para poder ser parte de cualquiera de ellos».