Fue un gol de película, el primero de cientos, una suave vaselina de un chico de 17 años en una primaveral tarde de domingo en Barcelona, pero no en la plaza del Diamante o en Las Ramblas, sino en el barrio de Les Corts, en la portería del gol nord del Camp Nou.

Leo Messi, con melena de adolescente y el 30 a la espalda, entró al césped en el minuto 87 de un Barça-Albacete que marchaba 1-0. Sustituyó a Eto’o, que se fue directo al vestuario, rugiendo como un león indomable, en erupción porque Rijkaard le robaba unos minutos en su caza por el Pichichi (había marcado el primero). En el 90′, Leo tiró una pared con Ronaldinho. El pase por alto del brasileño fue resuelto por el argentino con un globo sobre Valbuena que cerraba el 2-0, un resultado que acercaba la Liga y alejaba los fantasmas de cinco temporadas de sequía en Can Barça.

Hoy se cumplen años de aquel ‘big bang’, del meteorito que ha arrasado toda la España futbolística en la última década y que pervive no solo en el imaginario barcelonista o en los vídeos recopilatorios de Messi, sino también en la filmoteca nacional.

Cuando Albert Espinosa adaptó el guión de su obra de teatro ‘Tu vida en 65 minutos’ a la película, dirigida por María Ripoll (2006), tenía claro que los tres protagonistas rodarían una escena en el Camp Nou durante un partido, pero no que diera la casualidad de que aquel día se celebrara el bautizo goleador del jugador más importante de la historia del Barça.

«Porque la idea era retratar un domingo en Barcelona de tres amigos que van siempre al Barça y que son de Les Corts, el barrio donde está el Camp Nou. Yo he vivido siempre delante del Estadi y cuando era pequeño mi abuelo me hacía salir los domingos a la calle y me decía que mi barrio era el más bonito del mundo porque venía gente de todas partes con banderas para verlo. Tiempo después descubrí que venían por el Barça. Mi abuelo me enseñó a enamorarme de las pequeñas cosas», explica a MARCA Espinosa, el polifacético autor catalán.

Día de partido

La película se inicia con el trío de amigos acudiendo por error a un entierro del que creían era un compañero de clase. A pesar del equívoco, continúan como si de verdad fueran amigos. A partir de ahí, se van tejiendo «casualidades» con la amistad y el amor de fondo.

La secuencia del Camp Nou recoge imágenes reales de los aficionados en los aledaños antes del partido. A continuación los actores se sientan en la grada y charlan y animan al Barça. La escena finalizaba con un gol que se resistió hasta el 66′. «Sufrimos porque no marcaban y necesitábamos uno para cerrarla».

A la hora de montar la película se escogió el gol de Messi y no el de Eto’o. Aparece brevemente la acción del tanto y la posterior celebración, de Leo a caballo de Ronaldinho, una imagen de lo más profética. Messi en la cima, a lomos del que era mejor jugador del planeta.

«Lo increíble es que tiempo después descubrimos todo lo que ha sido Messi, y tener su primer gol grabado en 35 mm en formato cine fue un premio extra. Siempre será épico tenerlo filmado en celuloide, una casualidad más. Me hace muchísima ilusión».

Albert reconoce que el episodio tiene tintes autobiográficos: «Sí, yo iba con amigos a ver al Barça, era culé y soñaba con jugar en mi equipo. Pero con 10 años padecí un cáncer y perdí una pierna, un pulmón y medio hígado, aunque aprendí que cualquier pérdida es una ganancia. No perdí una pierna, gane un muñón; no perdí un pulmón, aprendí que con la mitad de lo que tienes puedes vivir; y como el hígado me lo quitaron con forma de estrella, siempre pienso que llevo un sheriff dentro. Pero mi gran mérito no fue superar cuatro cánceres, sino conseguir un balón firmado por Gary Lineker…».

Albert busca en el baúl de los recuerdos imborrables: «Los jugadores del Barça venían al Hospital en Navidad. Y siempre creíamos que sólo daban la pelota firmada al niño que tenía la cara más enferma. Así que ese día no salíamos con la silla de ruedas, nos quedábamos en la cama y poníamos cara de niño malito. ¡Mi gran logro fue poner la peor cara y Lineker me firmó la pelota!».

Espinosa, reconocido por su guión autobiográfico de ‘Planta 4ª’, adaptado en EEUU por Spielberg en ‘Pulseras Rojas’, también está unido a Messi de otra manera: «Como he hablado mucho de la pierna, un tipo en Twitter me dijo una vez que soy el que más partido le ha sacado a una pierna desde Messi. Ahora aprovecho yo esta frase y me parece un chiste muy gracioso».

Messi suma hoy 627 goles con el Barça. Pero como en el amor, no hay ninguno como el primero. Además, siempre será un gol de película, esa suave vaselina a pase de Ronaldinho.

Fuente Marca.com